Tuviste la grandeza de hacernos creer que una naranja se paseaba de la sala al comedor y que existía un reino llamado Del Revés, que ahi los osos entraban en una nuez y que los gatos no decían miau, pero si yes.
Gracias a vos, en el jardin, cantamos una y otra vez, a la hora de la leche, que estabamos invitados a tomar el te con la tetera de porcelana, la leche friolenta, la mermelada pinchada y los coladores sedientos.
Gracias por todo, gracias a tus canciones y cuentos tuve imaginacion y ganas de escuchar, ver y leer La tortuga Manuelita. Gracias por todo María Elena Walsh.